Cómo emplear la piedra de afilar
Importante: Tenga cuidado cuando afile sus cuchillos con la piedra de afilar.
• Ponga la piedra en agua entre cinco y diez minutos para que pueda impregnarse íntegramente del líquido. En cuanto ya no suban burbujas de aire a la superficie, la piedra estará óptimamente impregnada.
• Humedezca la piedra con agua también durante el proceso de afilado. El motivo es que el agua y las diminutas partículas, que se desprenden de la piedra, llegan a formar una masa de afilado. Esto es lo que posibilita el afilado.
• Coloque la piedra sobre una base antideslizante, por ejemplo nuestro recipiente para piedras de afilar.
• Utilice en primer lugar el lado grueso de la piedra.
• Pase la hoja en ambas direcciones (alejándola de su cuerpo y atrayéndola de nuevo a usted) en un ángulo de 20 – 30° sobre toda la piedra.
• Aplique al hacerlo una presión ligera.
• Comience en la punta de la hoja. Pase la hoja sobre su centro y hasta su extremo a lo largo de la piedra. Al cabo de un rato se formará una fina rebaba.
• Déle la vuelta al cuchillo y trabaje la otra cara de la hoja.
• Repita este proceso varias veces si resultase necesario.
• Importante: mantenga siempre el mismo tipo de angulación.
• Para finalizar deslice la hoja en dos pasadas en posición oblicua con respecto al filo hacia usted. De este modo podrá eliminar la rebaba final. Ahora su cuchillo debería presentar de nuevo un afilado impecable.
• Enjuague la piedra de afilar y elimine la masa de la abrasión.
• Por último, enjuague el cuchillo cuidadosamente con agua caliente.